PERDER
ELMIEDO

CLASES de COMUNICACIÓN

¿Te pones nervioso con el sólo hecho de que te propongan hacer un discurso o una presentación?

¿Tienes miedo a quedarte en blanco?

¿Has tenido una mala experiencia y sientes que no puedes superarla?

Aprende a hablar en pÚblico

Técnicas para perder el miedo escénico y conseguir una comunicación efectiva

Salvo en casos excepcionales, la ansiedad que provoca el hecho de hablar en público tiene que ver con esas 3 preguntas, pero hay más pensamientos que nos secuestran la creencia de que podamos hacerlo bien: “mi jefe estará en la presentación”, “me estresa que me mire todo el mundo de frente” o “voy a hacer el ridículo”, entre otras. Estos miedos tienen que ver, no tanto con el hecho de hablar en público, si no con la proyección que hacemos de ese momento. Esta proyección desencadena un patrón de reacciones fisiológicas, cognitivas y motoras que bloquean nuestra comunicación.

El entrenamiento en comunicación nos permite detectar el error y afrontar el miedo, cambiar la percepción negativa que nos atormenta, afrontar situaciones comunicativas con más seguridad y aprender a escribir y a ejecutar discursos con finalidades diferentes.

"El aprendizaje sólo ocurre después de detectar el error y ser parte activa y consciente del proceso de cambio."

Hablar en público es una habilidad social avanzada ya que en ella intervienen todas las dimensiones de las habilidades sociales: cognitivas, motoras, psicofisiológicas y situacionales. El uso de todas estas habilidades a la vez delante de un público -no necesariamente numeroso- provoca miedo, y por este motivo las personas deciden evitar estas experiencias.

Hablar en público se puede interpretar como un acto comunicativo social, mediante el cual un orador trasmite un discurso a través de los canales verbal y no verbal a un grupo de oyentes. 

Entre la persona que habla y el público, se establece una interacción social. Para cualquier interacción social necesitamos la comunicación con todas o varias de estas derivadas: destrezas lingüísticas y paralingüísticas, habla persuasiva, habilidades para la argumentación, cortesía, comunicación no verbal adaptable y control del lenguaje no verbal, y manejo de la velocidad del discurso y del espacio escénico. 

Un número muy significativo de personas evita hablar en público por causas estrés personal.

Un número muy significativo de personas elige trabajar para mejorar su comunicación personal.

La comunicación ante el público se trasmite mayoritariamente de manera verbal pero en el impacto de lo que decimos tendrá más peso la comunicación no verbal. 

Cuando nos disponemos a preparar un discurso, una ponencia, o una presentación para el trabajo, siempre pensamos en el contenido: «QUÉ voy a contar» mientras que casi nunca reparamos en la forma «CÓMO lo voy a contar». No reparamos con antelación en nuestro tono, en nuestra velocidad, en nuestra postura o en nuestro movimiento. Es decir, obviamos la parte que nos facilita lo más urgente que debemos hacer al ponernos delante de un público: contactar a toda costa con él.

Teniendo en cuenta que la comunicación humana es un acto emocional y que nuestras expresiones son el canal por el que se manifiestan emociones, sentimientos o intenciones, una comunicación no verbal no consciente puede ilustrar o potenciar nuestro mensaje pero también ensuciarlo, ocultarlo o falsearlo. 

Lenguaje no verbal y mensaje verbal han de concordar en nuestra exposición, y si no lo hacen el público percibe ambigüedad. Ante dicha ambigüedad el público general da prioridad a la información no verbal. Por esta razón, el trabajo de la forma es muy conveniente. También es necesario para:

a) conseguir una estructura de discurso enfocada a la lógica emocional del público

b) empatizar con la audiencia y disfrutar de  comunicar

c) adaptarse al directo: tomar decisiones conscientes y gestionar conflictos

Es el primer paso para perder el miedo. La conciencia prepara el terreno mental sobre el que se darán los siguiente pasos.

Tomar conciencia procurará el desarrollo de tu capacidad de observación personal y de los aspectos limitadores de tu modo habitual de pensar y actuar. Si no eres consciente de cómo piensas y de dónde provienen tus limitaciones, tendrás poco para cambiar.

La meta consiste en remplazar la forma habitual y limitadora de pensar modelada por el miedo, por una actitud mental disciplinada y modelada por el entrenamiento que te procurará un mejor rendimiento en comunicación.

La principal tarea es simplemente llegar a darse cuenta de los pensamientos limitadores que existen. Identificarás las múltiples formas de derrochar concentración y poder personal que justificas inconscientemente además de haber adoptado creencias establecidas sobre el hecho de hablar en público. 

Los malos hábitos se protegen a si mismos manteniéndose escondidos en el subconsciente. Cuando los descubrimos, empezamos a sentirnos estúpidos por consentirlos. Una vez que somos conscientes, el poder de las formas imitadoras se desvanece. Es ese el momento de concentrarnos en el plan de acción.

Las clases de comunicación están orientadas a la consecución de un objetivo y se necesita compromiso, dedicación y trabajo personal.

Si quieres empezar a dar clase y entrenar tu comunicación, puedes hacerlo online o presencial.

Si necesitas clases de comunicación para equipos y empresas, puedes contactarme aquí.