PERDER
ELMIEDO

Comunicación política

La gente no vota necesariamente por sus intereses. Vota por su identidad. Vota por sus valores. Vota por aquellos con quienes se identifican. Es posible que se identifiquen con sus intereses. Puede ocurrir. No es que la gente no se preocupe nunca de sus intereses. Pero vota por su identidad. Y si su identidad encaja con sus intereses, votarán por eso. Es importante entender este punto. Es un grave error dar por supuesto que la gente vota siempre por sus intereses.

Estos valores e identidades por los que la gente vota están conformados bajo su marco de referencia. Los marcos de referencia no pueden verse ni oírse (forman parte de lo que los científicos cognitivos llaman “el subconsciente colectivo”). Estos marcos son estructuras mentales a través de las cuales vemos el mundo y seleccionamos nuestros valores. 

En política, cuando negamos un marco, lo evocamos. Cuando Richard Nixon fue presionado para que dimitiera durante el escándalo del Watergate, se dirigió al país a través de la televisión. Su intervención fue seguida por más de 130 millones de norte americanos, cinco millones más de los que vieron a Amstrong pisar la luna. Se presentó ante los ciudadanos y dijo “I am not a cook” (no soy un delincuente). Y todo el mundo pensó que lo era.

Esto nos da una idea clara de cómo hay que trabajar con el adversario en política: no utilices su lenguaje. Su lenguaje elige un marco, pero no será el que tu quieres.